Desayuné bien para empezar bien el día, esta vez opté por pétalos de trigo.
Conocí a dos austriacos que andan en bicicleta, pero no eran muy habladores. ¡Me acerco a Varadero, mi último destino!
Hoy el camino es agradable, no hay demasiado tráfico. ¡¡¡La gente está secando arroz en el camino!!!
Después de 80 km llego a Playa Girón, un lugar decrépito que ya había visitado en 2013.
El lugar está ubicado muy cerca de Bahía de Cochinos, el lugar donde los exiliados cubanos entrenados por los estadounidenses habían intentado derrocar a Castro en 1961, pero sin éxito.
Los cubanos son omnipresentes en este hotel. Es domingo, el sitio está lleno. Me alegra ver que algunos cubanos pueden permitirse un día de buen tiempo. Sin embargo, el sitio es demasiado pequeño para recibir a todas estas personas. Esperé una hora antes de poder acceder al buffet. Era un infierno, la gente se empujaba para entrar al restaurante. ¡Después de una hora, fui a quejarme a la recepción y la señora vino a acompañarme dentro del restaurante! Había gente por todas partes, las placas no estaban disponibles. Cuando finalmente llegaron los platos, engullí dos piezas de pollo, frijoles y arroz. ¡¡¡Experiencia bonita!!! El sábado y el domingo son días de mucha actividad en los hoteles cubanos.
Un buen comienzo para el día de 80 km, ¡pero el resto fue un poco decepcionante! No veo la hora de volver a la carretera... David Beauchesne
